Residencia en la montaña, un espacio para el descanso

Si pensamos en una segunda vivienda, muchas veces solemos asociar el concepto a una casa de verano, cerca del mar, donde disfrutar del sol, del calor y de los días largos y pausados. Sin embargo, existe otra opción que es totalmente opuesta, pero que tiene la misma esencia: una residencia en la montaña.

Hoy os mostramos un proyecto muy especial, rodeado de naturaleza y con una premisa muy clara: ser un espacio para el disfrute y el descanso de cuerpo y mente.

En el exterior, el sutil dibujo pétreo de la colección Masai combina a la perfección con los árboles, la hierba y la tierra que rodean el edificio.

MDi es ideal para estos espacios porque resiste a las temperaturas extremas y porque su diseño le permite integrarse en todo tipo de proyectos. Asimismo, ofrece infinitas posibilidades de conexión, lo cual resulta idóneo en esta casa, pues se consigue así difuminar los límites entre el interior y el exterior.

Para acceder a la vivienda encontramos una majestuosa estera de palma. Esta alfombra, totalmente ecológica, evita que la tierra se deslice hacia abajo y facilita el paso de los vehículos, además de otorgar un toque único al espacio y envolver la atmósfera con un diseño de lo más orgánico.

Además, la naturaleza se abre paso en el hogar a través de sus grandes ventanales y los acabados utilizados en las paredes exteriores también se aplican a los muebles de la cocina, creando una combinación sutil entre todas las estancias y consiguiendo una sensación relajada y muy natural.

En la cocina, además de Masai, convergen más colecciones, pues la pared principal está protagonizada por Silk Blanco, mientras que la gran mesa se ha realizado con Vint, una superficie cuyo diseño aporta un punto de color a este espacio tan suave.

“OS MOSTRAMOS UN PROYECTO MUY ESPECIAL, RODEADO DE NATURALEZA Y CON UNA PREMISA MUY CLARA: SER UN ESPACIO PARA EL DISFRUTE Y EL DESCANSO DE CUERPO Y MENTE.”

El espacio más especial de la casa es, sin lugar a dudas, el cuarto de baño. En este ambiente no es difícil imaginarse dándose un baño con la ventana abierta, sintiendo el contraste del calor en el interior y del frío afuera y viendo pasar las estaciones tranquilamente por la ventana, como si el tiempo nunca se detuviese.

La colección Umbra enfatiza esa tranquilidad, pues envuelve tanto la pared como la bañera, dando la sensación de estar en un espacio completamente distinto y alejado del resto de la vivienda.

Lo cierto es que este proyecto se alza como un oasis de paz en el que la naturaleza se mimetiza con cada parte de la residencia y donde sus huéspedes pueden evadirse del ajetreo y bullicio de la gran ciudad.